Cuenta la leyenda que un cazador, allá por el siglo XV, encontró en los alrededores de Almonte, la imagen de una virgen, junto al tronco de un árbol. Ante tal descubrimiento dedico cargarla con la intención de trasladarla y mostrarla a sus vecinos de Almonte. Al iniciar su camino decidió tomarse un pequeño descanso. Al despertar, la virgen ya no estaba. Decidió volver al lugar donde la encontró y comprobó con asombro, que la virgen seguía allí, en el mismo lugar donde la recogió. Corrió hacia el pueblo para contar lo sucedido y tal fue la sorpresa de sus vecinos que decidieron construir una ermita, en el lugar indicado, dedicada a la Virgen de las Rocinas, nombre con el que por aquel entonces se conocía a la virgen.
Naturalmente las leyendas, como los trajes camperos, tienen distintas versiones. Cada uno la suya. Y todas forman parte de la cultura popular. Aunque todas tienen en común una cosa, la creación de una de las romerías y tradiciones más importantes de nuestra cultura popular.
Oficialmente, el primer registro documentado de la Romería de El Rocío se remonta al año 1653. Época en la que se cambia la denominación de la Virgen de las Rocinas por la actual Virgen del Rocío y se convierte en la patrona de Almonte, localidad con algo más de 20.000 habitantes en la actualidad, que durante estos días superará el millón de visitantes.
Pero ¿Qué ocurre durante este fin de semana?
Aunque algunos peregrinos y visitantes en general ya están presentes en la aldea del Rocío y sus alrededores. El sábado comienzan oficialmente a presentarse todas las Hermandades Filiales (aquellas surgidas después de la Hermandad Matriz, la de Almonte). El Domingo, día de Pentecostés, se celebra la misa Pontifical y todos los peregrinos se reúnen en la aldea esperando la salida de la virgen. Finalmente, allá por la madrugada, cuando los romeros deciden saltar la reja, se inicia la procesión en andas rodeados de miles de fieles que muestran con intensidad su devoción a la virgen.
Una celebración única que reúne a personas de todo tipo que, como ya hemos dicho muchas veces, viven la romería de forma muy distinta. Cada uno con su creencia y su tradición. Para algunos será su primera vez, y para otros un año más. Pero a todos les deseamos desde Tomar Artesanía, que disfruten la fiesta y que luzcan con orgullo su traje campero o de amazona. Que no hay cosa mejor en la vida que dar rienda suelta a la pasión.
Os esperamos donde siempre.