Mañana se celebra en Sevilla «el pescaito», antesala de «el alumbrao», momento mágico de esta fiesta donde todo el recinto se ilumina a la par dando paso, de manera oficial, a la Feria de Abril. Una fiesta que para muchos de nosotros es un recuerdo recurrente de la infancia, cuando íbamos de la mano de nuestros padres, vestidos de traje de corto, con la ilusión de poder montar algún día a caballo y ser mayores para hacer aquello que veíamos de los demás.

Tras 2 años sin poder celebrarlo muchos nos preguntamos si volveremos a verla igual. Si volveremos a revivir esos momentos que acompañan nuestra memoria cada vez que pasamos cerca del Real. Puede que nos parezca que ha pasado demasiado tiempo de la última vez, pero la historia de esta fiesta es más grande de lo que pensamos y merece la pena recordarla.

Origen de la Feria de Abril

La Feria de Sevilla se remonta al año 1846, cuando se decidió celebrar una feria anual que durará 3 días. Con la condición de que se celebrar durante el mes de abril y que tuviera un objetivo comercial, en este caso la compra-venta de ganado. Finalmente la idea tuvo que esperar hasta el 18 de abril de 1847, cuando la Reina Isabel II aprobó la celebración de la fiesta en el Prado de San Sebastián, donde acudieron a la inauguración más de 20.000 personas.

Poco a poco la Feria se convirtió en una de las fiestas más importantes de Sevilla, transformando su ambiente comercial por uno más relajado y lúdico, un Feria social. Un evento que sólo se interrumpió durante 2 años, al igual que ahora, pero en aquellos entonces el motivo fue la Guerra Civil.

La Feria actual

En 1973 la gran afluencia de público obligó a la organización a trasladar el evento a su lugar actual, en el barrio de Los Remedios. Un extenso terreno, de más de 1 millón de metros cuadrados, cedido al Ayuntamiento por una familia de la ciudad, únicamente para celebrar este evento. Barroquismo en estado puro.

Y desde entonces el número de casetas ha ido aumentando, hasta las 1.053 que podemos encontrar en la actualidad. Ya sean de rojo y blanco o de verde y blanco. Las casetas volverán a esconder un año más, los tesoros y tradiciones más arraigadas a nuestra cultura popular. Donde no faltarán los trajes de flamenca y por supuesto, el traje de corto de la feria de abril.

Sigamos disfrutando de nuestras ferias y romerías, generando recuerdos y experiencias únicas que sigan completando nuestra historia y la de nuestra ciudad. No importa donde lo celebres, no importa de donde sea, lo importante es que la disfrutes y mantengas viva la tradición. Como hacemos en Tomar Artesanía. Vistiendo a la fiesta de hace más medio siglo. Descubre nuestro catalogo de trajes de corto, amazonas, calzados y complementos y da rienda suelta a tu pasión.